- La lectura nos permite viajar a distintos mundos y nos posibilita el desarrollo de nuestra imaginación. Además, se conoce que aquello que es imaginado permite activar varias áreas cerebrales que se accionarían si se ejecutara la acción en la realidad.
- La lectura permite ampliar nuestro conocimiento y abre puertas a mundos desconocidos.
- La lectura mejora la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro. El lector es capaz de simular el estado emocional de los personajes literarios y sentir mayor comprensión de sus actos y pensamientos. Leer nos enseña a ver el mundo desde la perspectiva de otros.
- Según Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología en los lectores habituales se ha registrado un incremento y fortalecimiento de la conectividad neuronal.
- La lectura mejora la escritura a nivel de gramática, ortografía y sintaxis.
- Además, la lectura enriquece considerablemente el vocabulario del lector y su manejo en diferentes situaciones, facilitando así la expresión de las ideas y favoreciendo unas buenas habilidades comunicativas. Tal y como mencionó Cicerón “A hablar no se aprende hablando, sino leyendo”.
- La lectura es una de las actividades que más funciones superiores estimula: Trabaja la memoria (recordando personajes, tramas, hechos), la percepción, la comprensión, la velocidad de procesamiento de la información y la capacidad de secuenciación o asociación de ideas. Además, favorece la concentración y el análisis e interpretación de los textos.
- En las personas mayores, la lectura juega un papel importante en la “reserva cognitiva”. Este concepto está relacionado con la capacidad de tolerar cambios en las estructuras cerebrales, debido al envejecimiento normal o a la presencia de una patología neurodegenerativa, sin manifestar sintomatología clínica y enlenteciendo el proceso neurodegenerativo. Es decir, la reserva cognitiva permite que la persona viva más tiempo con una mejor calidad de vida sin que la patología se manifieste o se evidencie.
- La lectura permite dejar el estrés de lado y reduce los niveles de ansiedad, ya que nos ayuda a mantener al margen nuestros problemas.
Aparentemente y tras analizar cada uno de los puntos anteriores, parece que adquirir el hábito de leer puede ser una buena decisión, ya que no sólo mejora la velocidad y comprensión lectora, sino que dota al lector de múltiples habilidades sociales, emocionales y cognitivas, mostrando además una cierta repercusión en el envejecimiento saludable y exitoso.